Man explaining
Un man explaining es un hombre que ejerce superioridad intelectual sobre la mujer, normalmente, de forma inconsciente, a través de largos turnos de palabras, en los que monopoliza la conversación, y que llena de contenidos de un terreno específico de conocimiento, del que él sabe y en el que se siente cómodo, sobre el que se construye delante de su mujer como una figura de autoridad.
La intención de esta actitudo es buscar la atención y la admiración de su pareja femenina, para que satisfacer su ego, y reforzar su creencia inconsciente de que el género masculino es superior al femenino, por ser este más culto, más sabio, más instruido, más racional, y más científico; mientras que para las mujeres se reservan otros territorios de la vida cotidiana como los cuidados, la maternidad, la limpieza y gestión del hogar, territorios que no despiertan ningún prestigio en la sociedad ni se consideran que tienen ningún atractivo intelectual.
De esta forma, se coloca a la mujer en un plano inferior mediante las labores a las que dedica la mayor parte de su tiempo vital, y al hombre en un plano superior, por ocuparse de cuestiones o problemas importantes para la humanidad, que trascienden las fronteras de su hogar, mientras que la mujer debe ocuparse del equilibrio de amor de puertas adentro, siendo esta labor completamente irreconocida socialmente, ya que la sociedad no encuentra un beneficio directo que pueda traducir a dinero de este trabajo.
Si por asomo la mujer se atreviera a contra argumentar de forma más o menos indirecta o más o menos díscola esta actitud explicativa de superioridad intelectual, el hombre-profesor, el hombre-padre, el hombre-explicador usa una serie de estructuras gramaticales con significado pragmático de superioridad para mantenerse en su pedestal.
A continuación, presentamos dos de estas estrategias discursivas:
1) Tienes que entender x. 2) Ya te expliqué que x.
Para seducir a este tipo de hombres y herir su ego, la mujer solamente podrá ocupar un espacio en la conversación a través de las preguntas.
El sociólogo Erving Goffman ya demostró a través de sus estudios que las mujeres entran en este juego de la dominación masculina mostrándose ellas inferiores intelectualmente a sus parejas, para conseguir que estén con ellas, y que las quieran, y quizás conseguir estatus social a través de matrimonios o alianzas o vínculos emocionales. Algunas de ellas, que era sobresalientes en disciplinas académicas ejercidas tradicionalmente por los hombres, hacían preguntas tontas a nivel matemático a sus parejas, con el fin de no ofenderles, y mantener así el orden patriarcal, en el que el ego del hombre se mantuviera indemne a través de esta actitud del hombre profesor que enseña a su alumna, y le hace descubrir mundos desconocidos para ella que pueden ir desde la sexualidad hasta la teoría de la relatividad.